El tabaquismo es una enfermedad crónica. Es de sobra conocido que al fumar se incorporan al organismo múltiples sustancias altamente tóxicas. Según los investigadores se han detectado miles, entre ellas, monóxido de carbono, productos derivados del alquitrán que son las causantes de enfermedades cardiorrespiratorias y tumorales. Y asimismo una sustancia altamente adictiva, la nicotina, que es la responsable de que sea muy difícil dejar de fumar. Debido a este componente altamente adictivo el tabaquismo se considera una drogodependencia y la Organización Mundial de la Salud en la clasificación internacional de enfermedades, la ha clasificado como “enfermedad adictiva crónica”. De hecho, el consumo de nicotina crea en poco tiempo una adicción comparable a la que provoca otras drogodependencias.
Fumar supone un incremento importante en el riesgo de contraer enfermedades crónicas, cardiorrespiratorias, invalidantes y cáncer. En España se evalúa en más de 50.000 muertes al año directamente relacionadas con el consumo de tabaco, cifra superior a los accidentes de tráfico, laborales, consumo de otras drogas y SIDA, en su conjunto.
El consumo de tabaco comienza en la adolescencia, según la Encuesta Nacional de Salud, aproximadamente el 34% de los mayores de 16 años se declara fumador. El porcentaje más alto está en la franja de 24 a 44 años.
¿QUÉ EFECTOS PUEDE TENER EL TABACO EN PERSONAS MAYORES?
En cuanto a los mayores de 65 años, se estima que el 12 % de este segmento de edad son fumadores en España. En esta franja de edad es especialmente de mayor riesgo sufrir ictus, cardiopatía isquémica y enfermedad vascular periférica como la arteriosclerosis obliterante, entre otras muchas enfermedades cardiorrespiratorias como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Según estudios epidemiológicos, se estima que al dejar de fumar antes de los 50 años de edad disminuye el riesgo de morir por causa de una enfermedad relacionada con el tabaco en un 50 por ciento, mientras que a partir de los 65 años este riesgo tan solo se reduce en el 10 por ciento.
BENEFICIOS DE DEJAR DE FUMAR A CUALQUIER EDAD
Aunque dejar de fumar es siempre una buena decisión a cualquier edad, es obvio que cuanto antes se haga, mejor. Las consecuencias positivas de dejar de fumar son claras, la calidad de vida mejora a corto plazo, los riesgos de adquirir enfermedades crónicas y muerte prematura disminuyen progresivamente y la esperanza y calidad de vida se prolonga comportando múltiples beneficios.
Así pues, no hay una edad idónea para dejar de fumar, pero cuanto antes mejor. La decisión es siempre beneficiosa, independientemente del segmento de edad y condición a la que se pertenezca. Pero las personas mayores de 65 años que llevan décadas fumando, debido a los efectos por la cantidad de tabaco consumido y a los posibles problemas de salud y riesgos propios de la edad, son de especial interés. Y es que conforme avanza la edad, se incrementan también otros riesgos para la salud debido a la exposición a las sustancias tóxicas del tabaco, por ejemplo, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón, de boca, faringe y laringe, de estómago o de vejiga urinaria, entre otras.
¿CÓMO DEJO DE FUMAR?
Por último, informar que dejar de fumar, aunque no fácil, es posible. Existen varias estrategias de tratamiento psicológico y médico para ello. Es más, debido a la importancia de hacerlo para evitar el desarrollo de las múltiples enfermedades nombradas, cabe destacar que hay tratamientos subvencionados por el sistema nacional de salud que ayudan a dejar esta adicción. Así que, el sistema sanitario y los profesionales que forman parte de este te pueden apoyar en este proceso.
Incluso aunque se produzcan recaídas, se recomienda persistir hasta conseguirlo.
Insistir en que dejar de fumar te va a reportar importantes beneficios para su salud, esperanza y calidad de vida.
Dr. Jose Joaquin Poley, especialista en Medicina General de Clínica Diagonal.