Como cada año, cuando llega el día 23 de abril, todos podemos disfrutar de esta fiesta que hace referencia a leyendas, rosas y libros. Pero este año lo tendremos que hacer desde casa, en vez de salir a la calle y compartir la celebración con tenderos de casas de libros, vendedores de rosas en la calle o floristas y otros comerciantes que ofrecen productos tradicionales inspirados en la leyenda y la tradición catalana.
Hoy, a pesar de no poder celebrar la tradición como se lo vale, hemos procurado seguir, dentro del que nos es posible, con algunas actividades y detalles que hacen que el día sea diferente y que recordamos la esencia de nuestra tradición. Por ejemplo, para merendar comeremos un pastelillo individual en forma de corazón, haremos una comida especial, leeremos poemas, escucharemos canciones catalanas y haremos alguna actividad individual en motivo de Sant Jordi.
Por otro lado, teniendo en cuenta que este año el confinamiento, fruto de la pandemia, nos obliga a permanecer a todos en casa para evitar contagios y preservar la salud de todos y, en especial, la de las personas más vulnerables, es un buen momento para descubrir que hay detrás de esta fecha.
Para poner algunos ejemplos y según fuentes del portal web.gencat.cat, la UNESCO declaró el 23 de abril el Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor en 1995 para conmemorar que este mismo día, pero del año 1626, murieron los escritores Miguel de Cervantes y William Shakespeare. El 23 de abril también nacieron o murieron escritores universales como Josep Pla (1981), Maurice Druon (1918), K. Laxness (1902), Vladimir Nabokov (1899) o Manuel Mejía Vallejo (1923).
En relación a la leyenda de San Jorge y el dragón, se hizo popular en toda Europa hacia el siglo IX. La versión de la leyenda más popular en Cataluña explica que en Montblanc (Conca de Barberà) había un dragón terrible que causaba estragos a hombres y bestias. Para apaciguarlo, se escogía por sorteo una persona que era dada en sacrificio al monstruo. Un día la suerte señaló la hija del rey, que habría muerto en manos de la fiera si no hubiera estado por la aparición de un bello caballero que se enfrentó al dragón y lo mató. La tradición añade que de la sangre derramada nació un rosal de flores rojas. Esta misma leyenda, con ligeras variaciones, se repite en las tradiciones populares de Inglaterra, Portugal o Grecia.
La tradición de la rosa está ligada a la nobleza y los estamentos dirigentes que el día de Sant Jordi celebraban una misa en la capilla del Palau de la Generalitat, donde también se hacía una Feria de rosas.
A pesar de que la fiesta actual mantiene estas dos tradiciones medievales: regalar la rosa y visitar la capilla del santo, la fiesta ha ido incorporando más elementos y, sobre todo, se ha convertido en una extraordinaria expresión de cultura popular donde la fiesta y el paseo obligatorio llenan a rebosar calles y plazas convirtiéndola en una singular fiesta que se celebra en un día laborable.
El caso es que después del paseo, todos volvemos a casa con un libro y muchas ganas de leerlo. Nos hacemos buenos propósitos para recuperar el hábito de la lectura que, debido a las nuevas tecnologías y múltiples ofertas de entretenimiento, a veces cuesta de mantener. Los libros tienen demasiados competidores pero también tienen un día para ellos donde todo el mundo les dedica especial atención. El aliado principal de los libros es la imaginación del lector que trabaja para dibujar sus historias y abrir nuevos mundos en sus mentes.
Según fuentes del portal atiapsicologia.com, los principales beneficios que genera la lectura en el cuerpo y la mente del lector son los siguientes:
• Relaja y reduce el estrés. La lectura ayuda a focalizar nuestra atención en otros campos, lejos de nuestros problemas. Al estar más relajados, podremos enfrentarnos a nuestros problemas con más tranquilidad y objetividad.
• Mejora las habilidades sociales. La lectura ayuda a mejorar algunas habilidades sociales, como la empatía. Cuando se lee el cerebro recrea las letras en imágenes mentales. Leer la historia de diferentes personas nos ayuda a comprender los sentimientos y pensamientos ajenos.
• Ayuda a dormir. Leer nos sumerge en un estado de relajación que permite que nuestros músculos se aflojen, que nuestro cerebro se libere de tensiones y estrés. El cuerpo se quede suspendido en una calma idónea para conciliar el descanso.
• Mejora nuestra memoria. La lectura hace que dispongamos de un auténtico archivo personal de historias, de personajes, de termas, de expresiones y vocabulario que nos enriquece enormemente. Leer nos provoca emociones y estas hacen que se almacenen mejor los recuerdos en nuestra mente.
• Aumenta la reserva cognitiva. Neurólogos y psicólogos recomiendan la lectura como método preventivo del Alzheimer u otras dolencias neurodegenerativas. Se ha comprobado que cuanto mayor reserva cognitiva posee un individuo, mayor capacidad tiene su cerebro para compensar el daño cerebral generado por ciertas patologías.
Feliz Sant Jori a todo el mundo. ¡Disfrutad de la lectura y de sus beneficios!
Helena Aranyó, directora de Cugat Natura Apartamentos