Según envejeceractivos.com, la Organización de Naciones Unidas (ONU) instituyó el 8 de marzo su conmemoración al Día Internacional de la Mujer a nivel mundial en 1975. Circulan distintas versiones sobre la fecha escogida. La más extendida la relaciona con un trágico suceso ocurrido en Nueva York, en 1911, que ocasionó la muerte de más de un centenar de trabajadoras textiles.

El 8 de marzo, es un evento para todas las mujeres; también de las mujeres mayores. Si las diferencias se hacen evidentes en la mujer, en la mujer mayor aún más.

En numerosos países las responsabilidades familiares continúan recayendo en exclusiva sobre mujeres que realizan las tareas del hogar, destinan el doble de tiempo que los hombres al cuidado de familiares, enfermos y mayores dependientes. Las mujeres cuidan con mayor frecuencia que los hombres. Según muestra el informe Envejecimiento en red, la pirámide de cuidadores ilustra gráficamente este patrón de cuidado, a personas mayores de 65 años con dependencia, que se ha hecho aún más evidentes los últimos años. Esta situación influye directamente en sus posibilidades de desarrollo personal y social.

Las desigualdades de género se hacen más evidentes con la edad. Fuentes de Envejecimiento en red, indican que en nuestro país hay 8.657.705 personas mayores de 65 años. De ellas, 4.940.008 son mujeres y 3.717.697 son hombres; por lo tanto, hay un 32,9% más de mujeres. Pese a tener mayor esperanza de vida tienen un peor estado de salud y sus recursos económicos son inferiores. Sólo el 41% perciben pensiones contributivas, por el 89,5% de los hombres. Las pensiones de las mujeres son un 37% más bajas de media. Un 13,2% de las mujeres mayores viven en hogares por debajo del umbral de la pobreza.

Las mismas fuentes indican que en muchas ocasiones viven en soledad extrema que no han escogido y son las más atendidas por los sistemas de protección social. El 9,1% de las mujeres mayores reciben prestaciones del SAAD frente al 4,1% de los hombres. Las mujeres mayores representan el 75% de las personas usuarias de servicios de teleasistencia y el 69% de las usuarias de atención residencial. Cualquier recorte en estos servicios afecta directamente a la población mayor femenina más que a cualquier otro colectivo.

El sexo predominante en la vejez es el femenino, pero sus condiciones de vida son peores respecto al masculino. Otra situación con la que se encuentran las mujeres mayores de 65 años, según las mismas fuentes, es con la violencia machista que en la población mayor es una realidad poco estudiada e invisibilizada a la que se enfrentan muchas mujeres mayores por parte de su pareja. Un 9,7% en forma de control, un 8,2% en forma de violencia emocional y un 2,4% en forma de violencia económica. En la mayoría de los casos ellas tienden a ocultar las situaciones de violencia porque temen denunciar y/o enfrentarse a rehacer sus vidas y/o romper a con sus familias.

Las mujeres mayores tienen sobradas razones para reivindicar la igualdad de género y no solo el 8 de marzo, sino a lo largo de todo el año. En los centros de FIATC Residencias existen protocolos específicos para detectar y evitar el maltrato. Los profesionales están en contacto directo con residentes y familiares para evitar que se produzcan estas situaciones.