20.02.2020

LA IMPORTANCIA DE LA HIDRATACIÓN EN PERSONAS MAYORES: ERRORES HABITUALES Y CONSEJOS

El 60% del peso del cuerpo humano es agua.  Las funciones que cumple el agua en el organismo son esenciales, en este medio tienen lugar todas las reacciones químicas del organismo, es el medio de transporte de nutrientes y vehículo para eliminar productos de desecho, mejora la digestión, lubrica articulaciones y tejidos, es un termo regulador que permite mantener nuestra temperatura corporal ayudando a eliminar la carga extra de calor por medio de la sudoración.

La insistencia en recordar que las personas mayores estén bien hidratadas no es porque necesiten más agua, sino porque las consecuencias de una deshidratación son mucho más graves.

Un adulto mayor sin patologías que afecten el consumo de líquidos necesita al día alrededor de 30 ml. de agua por kg. de peso, una persona de 60 kg necesita 1,8 litros.

Las necesidades de aporte de líquidos dependen también de la actividad física, condiciones ambientales como la época del año y la temperatura, así como el tipo de dieta ingerida y la ingesta de fármacos.

Las consecuencias de disminución del agua en el organismo son pérdida de apetito, sensación de sed, intolerancia al calor, cansancio, insomnio, irritabilidad, taquicardia, estreñimiento, vértigo, mareos, hipotensión arterial, boca pegajosa o reseca, orina escasa, concentrada y de olor fuerte, ojos hundidos y visión débil, ausencia de lágrimas, piel arrugada y entumecida.

Estos problemas se agravan con enfermedades crónicas como diabetes y demencia, y con el uso de determinados medicamentos. Los adultos mayores también pueden tener problemas de movilidad que limitan su capacidad de obtener agua por sí mismos.

 

¿Por que beben menos las personas mayores?

  • Con la edad se pierde la capacidad de tener sed.
  • También, debido a la edad y a la atrofia de las papilas gustativas, existe una menor apetencia por los líquidos.
  • Deterioro cognitivo y dificultades en la deglución.
  • Un aspecto importante es la incontinencia urinaria, debido a ello beben menos por miedo a presentar escapes.

 

 

Errores habituales que afectan a la hidratación

  • Limitar en exceso el consumo de sodio (sal). Es cierto que una de las principales recomendaciones médicas es moderar el consumo de sodio. Una dieta rica en este mineral puede producir problemas crónicos como la retención de líquidos y la hipertensión crónica.

Sin embargo, eso no quiere decir que sea un enemigo y que se deba excluir por completo de la dieta. Sus niveles bajos también pueden ser perjudiciales.

  • Consumir agua en exceso. Mientras que un bajo consumo de agua conduce de manera instantánea a la deshidratación, el consumo excesivo del líquido puede traer consigo efectos negativos. 

El organismo no está preparado para procesar nada en exceso, aunque se trate de agua. La cantidad recomendada puede variar en función de la edad, el peso, los hábitos y el clima.

  • No ingerir suficiente magnesio y potasio. Si faltan, hay mayores probabilidades de tener calambres musculares y síntomas propios de la deshidratación. En general, se aconseja el consumo de frutas, vegetales, legumbres y cereales.
  • Consumo de bebidas azucaradas. Un gran número de personas piensa que puede hidratar su cuerpo al consumir refrescos o jugos de fruta azucarados. Aunque de momento calman la sensación de sed, sus compuestos están lejos de ser saludables para el cuerpo.
  • No estar atento a las señales del cuerpo.

 

 

Consejos que te ayudarán a mantener una buena hidratación

  • Prestar especial atención a los síntomas de nuestro organismo.
  • Recursos para estimular la ingesta de agua:
    • Añadir zumo de limón al agua. El sabor gusta y resulta refrescante.
    • Ofrecer gelatinas caseras de distintos sabores.
    • Zumos y caldos. Concentrados de zumos de diferentes sabores, para que no se cansen siempre del mismo, que se diluyen con agua mineral. En invierno, además, sopas, caldos e infusiones.
    • Frutas y hortalizas. Proporcionarles frutas con gran contenido en agua como son la sandía, melón, kiwi o naranja además de verduras y hortalizas. En verano, gazpacho y salmorejo, ya que tienen gran proporción de agua en su composición.
    • Recordarles que beban agua. Es bastante difícil que por ellos mismos se acuerden de beber.

 

Carme Morgades, médico de Cugat Natura

 

 

 

 

 

 

 

 

La insistencia en recordar que las personas mayores estén bien hidratadas no es porque necesiten más agua, sino porque las consecuencias de una deshidratación son mucho más graves.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El organismo no está preparado para procesar nada en exceso, aunque se trate de agua. La cantidad recomendada puede variar en función de la edad, el peso, los hábitos y el clima.