Según datos del informe “Perspectivas de la población mundial 2019”, en 2050 una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años (16%). Se estima que el número de personas de 80 años o más se triplicará de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050.

Estos datos nos llevan a plantearnos que viviremos en sociedades longevas. Recientemente se criticaba el papel de los bancos en su atención a las personas mayores por reducir sus servicios y la atención directa y personalizada. En los próximos años, la sociedad envejecerá con mayor apego a la tecnología que la generación de personas mayores actual, dado que las futuras generaciones de mayores han convivido con las nuevas tecnologías y son más digitales, pero la sociedad deberá adaptarse a sus preferencias y costumbres por la simple razón de que serán más personas y tendrán mayor poder de decisión.

Según fuentes del portal Matia Fundazioa, aspectos como la consideración del envejecimiento en las políticas públicas, la revisión del significado de cambios vitales como la jubilación, así como la organización y planificación de los cuidados, serán cuestiones clave.

La OMS y Naciones Unidas promueven iniciativas para concienciar a la población sobre estos nuevos escenarios. La Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030) es un ejemplo de las nuevas tendencias que se desarrollan para acompañar a las personas en todos los ámbitos de la vejez y mejorar su calidad de vida en esta etapa vital. La sociedad juega un papel importante y deberá adaptarse para convertirse en sociedad cuidadora.

A raíz de estas nuevas tendencias, nacen otros conceptos como ciudades amigables que promueven la adaptación de sus espacios a las necesidades de las personas mayores o con dificultades de movilidad. Son ciudades amables con sus habitantes que tienen en cuenta todos aquellos aspectos que hacen más fácil la vida de sus públicos vulnerables.

Actualmente hay 1.114 ciudades repartidas en 44 países que cumplen los requisitos de este proyecto y que han obtenido la certificación correspondiente.

Según el portal de Ciudades Amigables con la Personas Mayores, en España hay 202 ciudades amigables que representan el 18,13% del total mundial. En todas las comunidades y ciudades autónomas hay al menos un municipio dentro de la red, excepto en La Rioja y Melilla. Las tres comunidades con más sellos son País Vasco (47), Cataluña (25) y el Principado de Asturias (23).

Estos datos nos llevan a pensar que la sociedad va madurando estos aspectos con el propósito de adaptarse para dar respuestas y soluciones a sus mayores. Cada vez surgen más programas de orientación y consejos promovidos por la administración local, el mundo asociativo y la acción voluntaria. Estos ofrecen guías de recursos e itinerarios de vejez que pueden jugar un papel decisivo las próximas décadas.

Otro reto de las sociedades longevas es planificar los cuidados de larga duración así como lograr dar respuesta al desarrollo de un modelo de servicios y apoyos de proximidad en perímetros accesibles para personas con dificultades de movilidad. En esta línea surgen iniciativas de planificación urbana como las supermanzanas o “ciudades de los 15 minutos” en las que se accede a todos los recursos en no más de 15 minutos y donde el peatón tiene prioridad y la ciudadanía es la protagonista. Este nuevo tipo de conceptos encajan en las necesidades de las personas longevas y se imponen de forma progresiva gracias a las reivindicaciones de los colectivos afectados y la escucha activa de las administraciones.

En materia de vivienda y servicios, crece la oferta en variedad y se profesionalizan los servicios de atención a domicilio. Conceptos más tradicionales como las residencias de mayores se reinventan para ofrecer espacios a medida de las personas residentes imitando hogares y construyendo en base a unidades de convivencia. Estos nuevos equipamientos se abren al exterior y se convierten en proyectos de comunidad donde tienen un papel importante en la educación de nuevas generaciones, gracias a los proyectos intergeneracionales, y en espacios de valor que ofrecen servicios a sus mayores de proximidad como: comedores sociales, transporte, club social, centro de día, rehabilitación, acompañamiento al duelo, consultas especializadas, lavandería, cafetería y prensa, acompañamiento en gestiones y atención a domicilio entre otros.

Los centros FIATC Residencias comparten esta visión de proyecto de comunidad y abren sus puertas a las comunidades de mayores de sus áreas de proximidad. También incluyen nuevos modelos de diseño de muebles y espacios vitales en sus centros en base a la opinión de sus residentes y evolución del modelo residencial.