24.04.2023

La figura del cuidador no profesional: requisitos y ayudas

cuidador no profesional de personas mayores

Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) en España “el 80 por ciento de los cuidadores no son profesionales”. Esto quiere decir que los cuidados a personas en condición de dependencia en nuestro país los desempeñan casi siempre los familiares que, en muchos casos, deben dejar total o parcialmente su vida laboral. ¿Sabías que para los cuidadores que cumplen con determinados requisitos están previstas prestaciones y ayudas? Te explicamos todos los detalles en este post.

 

Cuidador no profesional de una persona en situación de dependencia: definición

El atributo “no profesional” (o “informal”) se utiliza cuando se hace referencia a una determinada categoría de cuidadores de personas dependientes. Muchas veces se habla también de cuidador familiar puesto que entre el cuidador y la persona que recibe los cuidados (con excepción de algunos casos) normalmente existe una relación de parentesco.

 

Requisitos generales para ser cuidadores no profesionales

Un cuidador no profesional para obtener el reconocimiento oficial de su papel y acceder a las prestaciones tendrá que cumplir con los requisitos indicados en el Real Decreto 1051/2013, de 27 de diciembre.

Entre los requisitos básicos, el Art.12 prevé que “podrán asumir la condición de cuidadores no profesionales de una persona en situación de dependencia, su cónyuge y sus parientes por consanguinidad, afinidad o adopción, hasta el tercer grado de parentesco”.

Además, otros requisitos generales consisten en:

  • Ser mayor de edad.
  • Ser física y mentalmente capaz de realizar las tareas de cuidado.
  • Tomar el compromiso formal de realizar formación en asistencia a personas y disponibilidad para realizar las funciones durante al menos 1 año.

Aparte, algunas comunidades autónomas pueden solicitar otros requisitos específicos.

 

Cuidados no profesionales: excepciones

En determinadas situaciones, puede ser reconocido el rol de cuidador no profesional de una persona con dependencia a una persona de su entorno que no tenga vínculos de parentesco. Es el caso de personas que tienen su domicilio en zonas con escasos recursos públicos y otras condiciones que dificulten los cuidados por parte de familiares. En este caso las administraciones pueden reconocer el papel de cuidador no profesional llevado a cabo por una persona que reside en el mismo municipio, aunque no cubra los requisitos de parentesco mencionados anteriormente.

 

Prestación para cuidadores no profesionales

Además de las condiciones anteriores, para acceder a las prestaciones para cuidadores no profesionales, el cuidador debe haber cuidado a la persona con dependencia por un período previo de al menos 1 año.

Como ocurre en la mayoría de los casos, las ayudas se calcularán en base al grado de dependencia. Por esta razón, incluso antes de solicitar la inscripción al censo de cuidador familiar, es clave seguir los pasos para el reconocimiento del grado de dependencia de la persona asistida. Una vez establecido el grado de dependencia, los técnicos redactarán también el Plan Individual de Atención (PIA) en el que, entre otras cosas, se indicará el tipo de servicios asignados al beneficiario y, en caso se considere oportuno, las personas designadas como cuidadoras no profesionales.

En otras palabras, la persona con dependencia recibe las ayudas indicadas en el informe PIA y establecidas por ley. Las prestaciones económicas para cuidadores no profesionales están indicadas en el Art. 18.1 de la Ley 39/2006.

Alternativamente o de forma complementaria a los servicios y prestaciones públicas, las personas mayores con dependencia pueden contemplar otras ayudas y financiación para una protección más completa. FIATC Residencias y Pensium, por ejemplo, te proponen un sistema de financiación para facilitar el pago de gastos asistenciales o la plaza en una residencia.

 

¿Por qué y cómo darse de alta en el Convenio especial?

Un cuidador en ámbito familiar o no profesional puede presentar una solicitud de alta en el Convenio especial de cuidadores no profesionales para disfrutar las ventajas fiscales.

De hecho, desde el 1 de abril de 2019 la Administración General del Estado abona las cuotas de la Seguridad Social de los cuidadores no profesionales.

Este sistema está pensado para permitir a las personas que deben renunciar completamente o de forma parcial a su trabajo para cuidar a familiares con dependencia. De este modo, siguen dados de alta en la Seguridad Social y cotizan para la jubilación.

En la página oficial de la Seguridad Social encuentras todos los detalles sobre el Convenio especial de cuidadores no profesionales de personas en situación de dependencia.

La solicitud de adhesión a este convenio especial se puede tramitar presencialmente en las oficinas de la TGSS u online, si se dispone de las credenciales de acceso, utilizando la Sede Electrónica de la Seguridad Social.

En todo caso, para la solicitud, habrá que:

  • Rellenar la solicitud de alta al Convenio especial de cuidadores no profesionales.
  • Facilitar el DNI del cuidador y de la persona con dependencia.
  • Presentar los informes que indican el derecho a recibir las prestaciones.
  • Firmar una autorización para permitir que la administración consulte los datos del interesado.

La administración analizará cada caso para determinar la base de cotización a abonar. Para el cálculo se consideran distintos factores como:

  • El grado de dependencia de la persona asistida.
  • Las horas dedicadas a los cuidados.
  • La situación laboral previa del cuidador y si este ha tenido que renunciar en parte o totalmente a su trabajo para asistir a un familiar.

Cabe destacar que, más allá de las ventajas fiscales, en algunas comunidades y municipios, darse de alta en el Convenio especial puede tener otros beneficios. De hecho, algunas comunidades autónomas prevén medidas y servicios gratuitos para cuidadores de personas mayores y con dependencia. Un ejemplo son las tarjetas de cuidador, como la Tarjeta Cuidadora promovida recientemente por el Ayuntamiento de Barcelona o la Tarjeta + Cuidado en Andalucía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Muchas veces se habla también de cuidador familiar puesto que entre el cuidador y la persona que recibe los cuidados normalmente existe una relación de parentesco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las ayudas para el cuidador no profesional se calcularán en base al grado de dependencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alternativamente o de forma complementaria a los servicios y prestaciones públicas, las personas mayores con dependencia pueden contemplar otras ayudas y financiación para una protección más completa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un cuidador en ámbito familiar o no profesional puede presentar una solicitud de alta en el Convenio especial de cuidadores no profesionales para disfrutar las ventajas fiscales.

 

 

 

 

 

 

 

 

Algunas comunidades autónomas prevén medidas y servicios gratuitos para cuidadores de personas mayores y con dependencia.