Cuidar a una persona mayor puede generar una gran sobrecarga por las implicaciones físicas y emocionales que conlleva. En el entorno familiar, el nivel de sobrecarga suele aumentar de acuerdo con el grado de dependencia del anciano. De hecho, las personas con baja autonomía en las actividades básicas de la vida diaria suelen necesitar una asistencia continua y, en ciertos casos, cuidados profesionales. Por este motivo se han establecido los grados de dependencia que se utilizan para determinar el tipo de ayuda y servicios que necesita una persona con dependencia. En este artículo nos centramos en los grados de dependencia en Cataluña y los recursos públicos destinados a las personas mayores dependientes en esta comunidad autónoma.
Los grados de dependencia son establecidos en el marco de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre conocida también como Ley de Dependencia.
Se utilizan para calcular las necesidades de una persona según su condición. De acuerdo con el grado de dependencia atribuido, un individuo tiene acceso a servicios y prestaciones que se conocen como ayudas a la dependencia.
Antes de pasar a conocer los diferentes grados de dependencias previstos por ley y las ayudas que corresponden, vamos a aclarar qué se entiende por dependencia según la normativa mencionada.
Se considera “dependencia el estado de carácter permanente en el que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, necesitan la atención de otro o de otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, otros apoyos por su autonomía personal”.
Los grados de dependencia son tres:
Los mismos se han definido teniendo en cuenta la ayuda que necesita una persona para llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Las características de cada uno están contempladas en el capítulo III, Artículo 26 de la Ley 39/2006.
Los diferentes grados de dependencia vienen calculados por profesionales acreditados encargados de valorar la dependencia de una persona y su grado.
Para este cálculo se tienen en cuenta tanto las condiciones de salud de la persona como el ambiente donde vive. El grado de dependencia es asignado en base a la puntuación que se obtiene utilizando el Baremo de Valoración de Dependencia (BVD). Con esta herramienta el equipo profesional valora si y cómo el individuo desempeña una serie de actividades básicas de la vida diaria. La puntuación alcanzada tras la evaluación indicará el grado de dependencia.
En Cataluña y en el resto de las Comunidades autónomas las personas pueden dirigirse a los servicios sociales de las administraciones públicas para solicitar los recursos y servicios previstos para los diferentes grados de dependencia.
La ley establece una serie de ayudas a las personas con dependencia que comprenden servicios y recursos.
Los principales servicios comprenden:
Entre las prestaciones económicas destacan:
Cada comunidad autónoma ofrece los servicios a través de los centros y recursos públicos o privados acreditados como centros concertados.
Las personas con dependencia pueden tener derecho a uno o más servicios y prestaciones, por lo que es recomendable informarse en las oficinas de Servicios Sociales correspondientes para obtener toda la información y solicitar las ayudas.
En Cataluña las ayudas para acceder a residencias de ancianos prevén diferentes soluciones:
Estudios recientes indican que la edad de la población en España crece a un ritmo más acelerado que en otros países. Tanto es así que para 2050 se prevé que las personas mayores serán el 30% de la población total. Con el envejecimiento de la población es posible que también aumente el número de personas con dependencia. Un fenómeno que ya se observa en los últimos años como muestra el siguiente gráfico:
Teniendo en cuenta estas previsiones, de cara al futuro cada vez más familias podrían necesitar ayuda para gestionar los cuidados de personas con algún grado de dependencia. Actualmente, para solicitar servicios y recursos económicos hay que tener en cuenta que los tiempos de asignación pueden ser más o menos largos según la comunidad autónoma.
En todo caso, hay que seguir todos los pasos y armarse de paciencia.
Como hemos explicado anteriormente, el grado de dependencia es un indicador que se utiliza para la atribución de ayudas y es el primer paso a cumplir para acceder a servicios y recursos públicos.
El siguiente paso consiste en realizar un Plan Individual de Atención (PIA). Este plan es llevado a cabo por los técnicos de los servicios sociales y se utiliza para definir los recursos más adecuados para cada caso. En el PIA aparece tanto el grado de dependencia como los servicios y prestaciones a las que la persona tiene derecho. Se trata de un informe clave, pues es aquí donde se indica, por ejemplo, si la persona tiene derecho a una plaza en una residencia pública. Este documento no es definitivo y puede cambiar si las condiciones de salud o económicas de la persona empeoran.
Normalmente, la solicitud puede hacerse presencialmente o por Internet, pero los criterios podrían variar según la comunidad autónoma. Lo ideal es pedir información acerca de los plazos y trámites en las oficinas de Servicios Sociales. Visita la página de la Generalitat para obtener más detalles sobre el Reconocimiento de la situación de dependencia en Cataluña.