Tener tiempo libre puede representar una gran oportunidad para algunos y una preocupación para otros, todo depende de la capacidad y actitud de cada uno para aprovechar ese tiempo. El exceso de libertad es una condición bastante común sobre todo en la tercera edad y para muchas personas es sinónimo de aburrimiento. De hecho, el tedio es uno de los grandes problemas de la vejez y puede conllevar consecuencias graves para la salud física y psíquica de la persona. Tanto es así que una de las cuestiones más frecuentes entre los familiares de personas ancianas es: ¿cómo combatir el aburrimiento?
Para contestar a esta pregunta, en este post vamos a analizar mejor el problema del aburrimiento en esta fase de la vida y el tipo de actividades que ayudan a evitar y superar el aburrimiento.
Tener mucho tiempo libre y poco que hacer son los ingredientes perfectos para aburrirse. Esa sensación de insatisfacción que procede de este estado anímico la podemos vivir en cualquier etapa de la vida. Sin embargo, es sobre todo en la tercera edad que puede acarrear consecuencias negativas para la salud, por lo que es importante combatir y prevenir este estado de ánimo y evitar que el aburrimiento se convierta en un problema crónico.
Evidentemente, no somos todos iguales y, como el aburrimiento es un estado de ánimo muy subjetivo, puede desencadenarse por muchos factores internos y externos al individuo.
En el caso de las personas mayores entre los elementos externos que pueden inducir a aburrirse se señala con frecuencia:
A estos factores se suman las características de cada persona y la manera en que afronta la vejez.
En cuanto a las características propias y del estilo de vida, los individuos que caen en el aburrimiento durante la tercera edad, a menudo, presentan:
Lamentablemente, el aburrimiento en la tercera edad tiene repercusiones más allá de la sensación de insatisfacción y cuando se convierte en un problema crónico puede causar síntomas como:
El alcoholismo y las conductas suicidas también pueden aparecer como consecuencia del aburrimiento crónico en personas ancianas.
Para combatir el aburrimiento y evitar sus efectos negativos en las personas mayores, en los centros de mayores se planifican una serie de actividades y se fomenta la participación de los residentes en la organización de fiestas y eventos. Además, se estimula las capacidades físicas y mentales con actividades específicas para adultos mayores. Por esta razón el entorno y las actividades son detalles a tener en cuenta a la hora de elegir una residencia de mayores.
Los servicios de atención domiciliaria también tienen en cuenta este aspecto a la hora de realizar el plan de trabajo y trabajan con profesionales especializados capaces de ofrecer un cuidado integral a la persona mayor.
En el día a día los familiares de las personas mayores también pueden contribuir a combatir el aburrimiento y la soledad. Sigue leyendo para saber más al respecto.
Existen muchas actividades que podemos realizar para ocupar el tiempo libre y podemos orientarnos en la elección en base a los gustos. Sin embargo, las necesidades varían con la edad y en el caso de las personas mayores lo ideal es proponer actividades que cumplan con algunas condiciones:
Entre las actividades que cumplen con los criterios mencionados, ocupan el tiempo libre y previenen el aburrimiento encontramos:
Como hemos explicado en otro apartado de este artículo, el aburrimiento es un estado de ánimo que puede surgir como consecuencia de muchos factores.
Por este motivo, este sentimiento lo pueden experimentar ancianos con condiciones de vida muy diferentes. Incluso las personas mayores que viven con sus familiares pueden caer en el aburrimiento crónico. De hecho, el aburrimiento y la soledad no se superan solo con la compañía. Estimular y proponer actividades adecuadas para la edad es tan importante como los cuidados básicos cotidianos y, en determinadas situaciones, la figura del cuidador profesional es clave para combatir el aburrimiento y evitar sus consecuencias en los ancianos.