La deshidratación es un problema que puede conllevar consecuencias serias para el ser humano. Los adultos mayores son especialmente vulnerables puesto que, por una serie de razones, pueden no alcanzar el consumo de agua diario ideal. Junto con las pautas para una ingesta de agua adecuada, monitorear los síntomas de la deshidratación en ancianos es una medida necesaria para favorecer una mejor calidad de vida en la tercera edad.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR DESHIDRATACIÓN?
La palabra deshidratación significa falta de hidratación. En el ser humano se considera un estado patológico que se produce cuando se pierde más agua de la que se ingiere. Este desequilibrio de líquidos hace que el organismo no funcione correctamente provocando alteraciones a varios niveles.
Los adultos mayores se sitúan entre los grupos que tienen mayores probabilidades de padecer un desequilibrio hídrico junto con recién nacidos, niños menores de 5 años, embarazadas y deportistas.
¿POR QUÉ SE DESHIDRATA UNA PERSONA MAYOR?
Los motivos de deshidratación pueden ser varios. De acuerdo con los datos divulgados en una revisión de estudios sobre los factores de riesgo asociados a la deshidratación en personas mayores en residencias de ancianos, en el anciano deshidratado las causas más frecuentes se vinculan con:
¿CÓMO SABER SI UN ANCIANO ESTÁ DESHIDRATADO? 8 SIGNOS
Los síntomas de la deshidratación pueden variar y ser más o menos severos según el grado de deshidratación. Por lo general, la deshidratación se clasifica como:
Para detectar la deshidratación, es importante monitorear los siguientes síntomas en adultos mayores:
¿CÓMO AFECTA LA DESHIDRATACIÓN EN EL ADULTO MAYOR?
Un desequilibrio en los niveles de agua en el organismo humano puede tener consecuencias muy serias. En modo particular en los individuos más frágiles. La gravedad, más allá de los síntomas que hemos descrito, está relacionada con las complicaciones que pueden surgir.
Entre los mayores peligros de la deshidratación en personas mayores, cabe destacar:
Estas son solo algunas de las posibles consecuencias de una mala hidratación. Si no se toman las medidas necesarias, incluso pueden representar un riesgo para la vida en personas frágiles como los ancianos.
¿CÓMO REHIDRATAR A UN ANCIANO DESHIDRATADO?
Rehidratar a una persona mayor diagnosticada de deshidratación moderada o severa implica una serie de cuidados por parte de profesionales de la salud. Por un lado, el ajuste en los niveles de agua y sales minerales tiene que ser preciso y acorde a las necesidades para evitar los efectos secundarios de una hidratación elevada. Por otro lado, hay que escoger la vía de hidratación más adecuada que puede ser oral o intravenosa según el caso.
En España los casos de hospitalización debidos a este problema son frecuentes y en aumento, aunque se considera que los ingresos hospitalarios por deshidratación son potencialmente evitables.
La prevención es una de las mejores formas de luchar contra la deshidratación aguda y crónica y sus consecuencias para las personas mayores de 65 años.
Disponer de un servicio de atención integral en un centro residencial para personas mayores o combinar un centro de día con atención domiciliaria puede ser clave para prevenir este tipo de problemas en personas mayores. FIATC Residencias responde a estas necesidades de los ancianos y sus familiares con cuidadores profesionales capaces de desarrollar un plan de trabajo personalizado y hacer un seguimiento experto de los objetivos definidos conjuntamente.
PAUTAS PARA GARANTIZAR LA CORRECTA HIDRATACIÓN EN ANCIANOS
Con la edad la percepción de la sed cambia debido a una serie de cambios fisiológicos típicos de la senectud. Ser conscientes de estas mudanzas, así como de la importancia de mantenerse hidratados es el primer paso para prevenir enfermedades por alteración de los niveles de agua en el organismo.
También se pueden seguir algunos trucos sencillos que nos ayudan a garantizar una buena hidratación en la tercera edad: