Los episodios agresivos en personas con Alzheimer se consideran entre los aspectos más duros de afrontar para los familiares y los cuidadores. Por este motivo, es normal que cuando aparecen estos síntomas las personas que conviven y se relacionan con la persona se pregunten sobre la mejor manera de gestionar la agresividad. Antes de proponer algunos consejos sobre cómo abordar este tipo de situaciones, vamos a explicar mejor qué es la agresividad en el Alzheimer y cuáles son las causas.

 

 

¿QUÉ SON LOS EPISODIOS AGRESIVOS DEL ALZHEIMER?

Los episodios agresivos en las personas con demencia tipo Alzheimer son muy comunes. Los resultados de estudios como este ejemplo publicado por la Revista Española de Geriatría y Gerontología indicaron que en un grupo de 42 pacientes con esta enfermedad el 55,1% presentaba esta conducta con bastante frecuencia.

La agresividad en una persona que padece Alzheimer es un síntoma asociado a una determinada fase de la enfermedad. Como consecuencia de lo anterior, lo más correcto sería hablar de fase agresiva o episodios de agresividad.

Conocer las distintas fases del Alzheimer y sus síntomas es clave para los familiares y cuidadores de personas con demencias de este tipo porque permiten prevenir o minimizar las consecuencias de estos comportamientos.

 

 

DETERIORO COGNITIVO Y CONDUCTA AGRESIVA: POSIBLES CAUSAS

El deterioro cognitivo de las personas con demencias como el Alzheimer es progresivo. Por este motivo, con el tiempo, a la persona afectada le cuesta más entender las situaciones o expresarse. Esta condición dificulta la tarea de los familiares y cuidadores de entender y atender a las necesidades del enfermo. Consecuentemente, pueden surgir episodios de agresividad generados por el malestar, el dolor u otras sensaciones y emociones no satisfechas.

Lo que parece evidente es que a través de la agresividad la persona está comunicando algo que el estado de deterioro cognitivo causado por la enfermedad le impide expresar utilizando las palabras u otras vías de comunicación convencional.

Entre las posibles causas de la aparición de actitudes agresivas en personas con trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer los investigadores apuntan a distintos factores. El deterioro cognitivo progresivo característico de la enfermedad es uno de estos, pero no se descartan otros como el sexo (parece ser más frecuente en varones) y los signos típicos del envejecimiento como la falta de autonomía o sentirse inútiles.

Los episodios de agresividad y la agitación en las personas con Alzheimer son síntomas que pueden tener consecuencias serias tanto para los pacientes como para sus familiares y cuidadores.

Para la persona que padece Alzheimer, además de la frustración por no poder expresar qué es lo que le provoca este estado y pedir ayuda, puede haber consecuencias físicas como caídas y posibles fracturas .

Por otro lado, el cuidador o los familiares que conviven con la persona que padece Alzheimer, si no poseen las herramientas para entender y gestionar estos síntomas, podrán verse afectados a nivel:

• Físico: por las posibles consecuencias de los episodios de agresividad física.
• Emocional: las agresiones pueden ser verbales también y, si son reiteradas, pueden afectar a la relación.
• Económico: familiares y cuidadores expuestos a este tipo de agresiones pueden sufrir problemas de ansiedad y depresión que tendrán repercusiones en todas las esferas de la vida de la persona, incluso a nivel laboral. En otros casos, si es un familiar quien asume la responsabilidad de cuidar a la persona, su familia pierde la oportunidad de ampliar sus ingresos mensuales.

 

En definitiva, conocer y reconocer los síntomas de actitudes agresivas en personas con deterioro cognitivo es el primer paso para mejorar la calidad de vida tanto de las personas con demencia como de las personas en su entorno.

Confiar en profesionales especializados desde el primer momento facilitará la prevención de estos episodios y su gestión cuando se presenten. Es por este motivo que en FIATC Residencias trabajamos con profesionales expertos en el cuidado de las personas mayores y garantizamos soporte médico y preventivo a nuestros residentes. Pero, sobre todo, ofrecemos servicios personalizados para responder a todas las necesidades de una persona en la tercera edad, incluso en caso de enfermedades como el Alzheimer. Desde la excelencia arquitectónica hasta la asistencia física, social y emocional, podemos ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas mayores y la de sus familiares de muchas maneras. ¡Contáctanos para recibir información!

 

 

¿QUÉ HACER CUANDO UNA PERSONA CON ALZHEIMER SE PONE AGRESIVA?

Si te estás preguntando qué hacer si una persona con Alzheimer se pone agresiva, no eres el primero ni el único. De hecho, la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) ha estimado que en nuestro país una de cada cuatro familias tiene una persona con enfermedad de Alzheimer que puede presentar este síntoma a medida que la enfermedad progresa.

Lo primero que hay que saber es que la agresividad no siempre aparece como reacción a algo que se puede solucionar y en estos casos los medicamentos pueden ser la respuesta más adecuada. Evidentemente, los tratamientos farmacológicos tienen que ser indicados por especialistas y hay que respetar tiempos y dosis.

Otra recomendación consiste en evitar confrontarse o forzar a la persona a hacer algo puesto que es una tarea prácticamente imposible.

Por el contrario, tener presente que estos comportamientos pueden ser causados por algún tipo de molestia, puede favorecer una mejor gestión de los episodios agresivos. En este sentido, puede resultar efectivo fijarse en qué puede haber ocurrido antes de la reacción para entender las necesidades de la persona.

Los grupos de autoayuda, las asociaciones de familiares de personas con Alzheimer y los programas psicoeducativos también pueden ayudar a los familiares y cuidadores a encontrar soluciones que faciliten la gestión de estas situaciones y mejorar tanto la calidad de vida de la persona con Alzheimer como la de las personas en su entorno.

Además, existen terapias alternativas que pueden ayudar a atenuar estas conductas en personas con demencia. En una revisión de estudios realizada por la Universidad de Málaga y el Instituto de investigación biomédica de Málaga se ha demostrado cómo la musicoterapia tiene efectos beneficiosos sobre el estado conductual, emocional y cognitivo de los pacientes con Alzheimer. Otras como la terapia con animales, también pueden aportar beneficios para estas personas.

En todo caso, mantener la calma, seguir las recomendaciones de un médico y buscar ayuda psicológica son acciones que pueden ayudar a gestionar la agresividad en el Alzheimer de la mejor manera.