La evolución científica y, en modo particular de la medicina, ha permitido mejorar las condiciones de vida del ser humano. Hoy en día hay tratamientos que permiten curar enfermedades que hasta hace unas décadas se clasificaban como terminales y, de paso, la expectativa de vida ha ido aumentando. La otra cara de la moneda es que a medida que la población envejece también nos enfrentamos a otros problemas de salud y, aunque la ciencia sigue investigando soluciones, la muerte sigue siendo la única certeza para todos. En la última etapa de la vida, para algunas personas resulta imposible decidir cuáles cuidados recibir en el final de la vida debido a la pérdida de facultades mentales por accidentes o enfermedades irreversibles. Para prevenir situaciones de este tipo es posible hacer un testamento vital.
Un testamento vital es un documento que recoge las voluntades del interesado en relación a tratamientos médicos y su cuerpo en el caso en que las condiciones de salud le impidan expresarse.
En breve se puede decir que se trata de una herramienta que permite manifestar las propias voluntades sobre tratamientos y cuidados en caso de enfermedades o fallecimiento.
Por sus características, este documento también se conoce como documento de voluntades anticipadas o de instrucciones previas y no se debe confundir con el certificado de últimas voluntades, que simplemente hace constar que la persona ha dejado instrucciones ante un notario o a través de las administraciones públicas.
También se distingue de los testamentos sucesorios, que indican las voluntades de la persona con relación a sus bienes y no a su cuerpo.
Las instrucciones del testamento vital se aplican si la persona pierde las facultades comunicativas o ya no es consciente. Sin embargo, para poder tramitar este testamento es imprescindible que la persona esté en pleno uso de sus facultades mentales entre otros requisitos que mencionaremos más adelante en este artículo.
En un documento de voluntades anticipadas es posible indicar una serie de instrucciones sobre los cuidados y tratamientos que se desean recibir o evitar en caso de pérdida de las capacidades mentales o defunción. Más concretamente, en tu testamento vital puedes expresar tu consentimiento o desautorizar:
En el mismo documento también puedes indicar a una persona que, en caso de incapacidad para expresarte, sea tu representante frente al equipo médico.
En España hacer el testamento vital es legal y el trámite es regulado a nivel estatal por el artículo 11 de la ley de testamento vital España 41/2002.
No obstante, para tramitar el testamento vital hay que atenerse a las normativas de la Comunidad Autónoma de residencia. Es posible, por ejemplo, que el nombre del trámite varíe (en Canarias, por ejemplo, se indica como “Manifestación anticipada de Voluntad”, en Andalucía, en cambio, lo encontrarás como “Documento de Voluntad Vital Anticipada”) entre comunidades además de haber algunas diferencias en la tramitación del documento.
Teniendo en cuenta las posibles variaciones entre Comunidades Autónomas, para hacer el testamento vital es obligatorio cumplir con algunos requisitos:
Además, para que el testamento se pueda aplicar, en caso se cumplan las condiciones, es necesario registrar el documento en el registro previsto por cada comunidad autónoma. Para este paso, se recomienda revisar las indicaciones y reunir toda la documentación necesaria. Algunas comunidades requieren la entrega de una copia del documento de identidad o el historial clínico del solicitante, por ejemplo.
Para la tramitación y ulteriores informaciones se recomienda contactar con las oficinas administrativas encargadas o leer las instrucciones en la página web oficial de la comunidad autónoma de interés. A continuación, recordamos las principales:
Desde luego, es posible anular o cambiar el documento de voluntades anticipadas en cualquier momento, siempre que la persona mantenga los requisitos de plenas facultades mentales.
Para que los profesionales de salud puedan conocer y respetar las voluntades que el individuo ha expresado en su testamento vital, si se da la situación, la ley prevé la creación de un Registro nacional de instrucciones previas en el Ministerio de Sanidad.
Los costes para la tramitación de un testamento vital suelen ser bastante contenidos. Puede haber pequeñas variaciones de una comunidad a otra pero la tarifa es de aproximadamente 60 euros.
En España el testamento vital es permitido por ley desde 2002. Después de 22 años solo un pequeño porcentaje de la población ha registrado sus voluntades anticipadas sobre los tratamientos que desean o no recibir en caso de pérdida de las facultades mentales o imposibilidad de expresarse (datos del Ministerio de Sanidad).
La escasa tramitación de testamentos vitales es atribuida por algunos a la falta de información considerado que la gran mayoría de los españoles apoya la eutanasia.
Pero ¿por qué es importante conocer esta herramienta y valorar con tiempo la posibilidad de registrar las instrucciones previas?
En algunos casos la etapa final de la vida de una persona puede ser muy estresante tanto para el paciente como para los familiares. Pensamos, por ejemplo, a las demencias terminales, a las enfermedades que producen la pérdida de las facultades mentales del paciente como el Alzheimer o a personas en estado vegetativo que no pueden expresarse sobre la interrupción de los tratamientos que los mantienen en vida.
En todos los casos anteriores y otras situaciones el testamento vital puede ser una herramienta jurídica para garantizar el respeto de nuestras voluntades.
En conclusión, con el testamento vital o documento de voluntades anticipadas es posible indicar instrucciones acerca de los tratamientos y cuidados que deseamos recibir en caso de no poder expresarnos o no estar conscientes y garantiza el respeto de nuestras decisiones sobre el tratamiento de nuestro cuerpo en caso de defunción.